«Cuantas cosas estaríamos a punto de descubrir si la cobardía y la dejadez no entorpecieran nuestra curiosidad.»
-Mary Shelley-
Sin darnos cuenta, es la manera en la que la mayoría de nosotros habitamos este mundo. Estamos ensimismados, distraídos, ocupados mientras la realidad ocurre.
Nos comunicamos de una manera rápida, no hay espacios para el aburrimiento, la soledad ni la reflexión. Buscamos placer, experiencias y posibilidades narcisistas. Y al mismo tiempo, sin percatarnos, vamos cediendo nuestro espacio de privacidad y libertad.
La sociedad nos presiona ferozmente para que nos conformemos. Hemos dejado de cuestionarnos lo que vemos alrededor, hemos perdido la capacidad de interpretar los contextos mas allá de lo evidente. Y cada vez somos más susceptibles de ser observados y manipulados. Cedemos nuestra verdadera identidad para tomar otra que nos hace mas acordes con lo que creemos que se espera de nosotros y de una manera inconsciente nos adaptamos y nos olvidamos de nosotros mismos.